Oriente



El Oriente descubierto era todavía el de los signos, aquellos que transmiten la escritura, pero también los objetos populares, las alfombras y otros. Estos quedaron grabados en la memoria del pintor y no dejaron de aparecer en sus cuadros marcados por los juegos inciertos e incompletos de la memoria. Como Delacroix y Matisse, Klee afianzó su estilo en la luz y las formas del Cercano Oriente.

"El color y yo somos una sola cosa. Yo soy pintor", escribió durante su estadía en Kairuan (Diario, 16 de abril de 1914)